domingo, 30 de agosto de 2015

Ciudades blancas con cielos grises.

Suelo soñar que soñé
con un mundo justo y sincero,
donde los cielos se abren a mí,
bajo el frío asfalto de enero.
Platón ya lo soñó una vez,
desde entonces nada es perfecto,
ni el mundo, ni yo, ni usted;
para mí ya todo es sueño.
Calderón nos hizo saber
que toda la vida es un sueño
y yo sueño con volver,
volver a ver otros cielos.
Cielos plagados de nubes,
nubes plagadas de vientos
vientos de cambio tal vez,
O tal vez solo sea otro sueño,
pues sueño que un dia nací
pues sueño que un día muero.

domingo, 9 de noviembre de 2014

9 de noviembre.

He tenido un finde bonito.
He celebrado mi cumpleaños rodeada de gente con la que me pasaría la vida.
He dormido con él y me he comido un menú doble wopper por 4,50€.¡Sin mancharme!
Ha sido un finde bonito por que chico feliz ha vuelto a salvar a chica triste.
Y por eso le necesito 365 días más.
  

domingo, 26 de octubre de 2014

Rest of my life-SOJA

Eres el ancla que me ata a la vida y a la vez la única persona capaz de darme alas.
Hace mucho que llegué a un momento de mi vida en el que lo eres todo para mí. Un perfecto compañero con el que dejar que pase el tiempo, que pase la vida y yo no sea capaz de hundirme.
Eres la alegría que me salva de mis enfados permanentes, la primera calada del primer cigarro del día. Eres las putas ganas de salir del país e irme contigo a patear ciudades sólo para disfrutar con tu cara de frustración al desear estar en la cama del hotel viendo la tele, mientras caminas por una calle de mierda de París. Aunque no creo que París tenga calles de mierda.
Eres el culpable de que desee este finde con todas mis fuerzas, necesito pasar esas 48 horas en la cama contigo, viendo películas con un pijama calentito y con mucha marihuana. Y no moverme de ahí el resto de nuestra vida.




"If i could spend the rest of my life with my people, 
I would do it over and over again."


Señor piloto, hazme volar.

El Aleph.

No era igual que el resto. No era mejor ni más perfecto. Día a día se despertaba y sonreía. La gente lo miraba y se extrañaban.
Andaba alegre y saludaba. Andaba alegre y sonreía. Sonreía y soñaba.
Soñaba por las noches y por el día.
Soñaba por las noches su sonrisa.
Soñaba por las días su mirada.
Aunque a veces no soñaba ni dormía. Porque a veces era ella quien soñaba. Era algo absurdo y nuevo. Un ciclo sin fin ni comienzo. Una conexión extraña. Sobre los límites del tiempo. Aleph lo llamaban[...]

martes, 21 de octubre de 2014

Recuerdos en noches de insomnio

Días que pasan volando,
volando pasa mi techo,
observo del cielo las nubes
que poco a poco salen del pecho.
Observo, miro, memento
e intento,
intento volver a pensar,
pensar lo que estoy escribiendo.
Volvamos a aquellas noches
de litros, pitis y viento,
recuerdos que saben a gloria
aunque ya paso algún tiempo.
El tiempo nos hace olvidar,
parece hecho de acuerdo
que olvidemos lo que somos
pues solo somos recuerdos.

sábado, 18 de octubre de 2014

18 de octubre.




Por esas bandas sonoras que acompañan los días tan perfectos a tu lado. Por ese futuro sofá presidido por la bandera rasta y rodeado por dos pufs (de los que te sientas y te hundes). Por ese techo lleno de pegatinas de estrellas que brillan en la oscuridad. Por esas ganas de soñar que me despiertas cada vez que estamos juntos. Por esos viajes al Zion. Y por todo y más. 

La cama de la paz.

John Lennon fue capaz de pasar dos semanas protestando por la guerra de Vietnam. El luchaba por la paz, pero eso sí, desde la cama. Y yo he querido imitarle este fin de semana.  Fue algo inolvidable cuyo escenario es un sofá-cama, sus protagonistas somos nosotros y su banda sonora es Orgullo Banderillero. Fueron las 20 horas mejor invertidas de mi vida.

Cada uno puede crearse su propio concepto de cama de la paz. Solo se trata de buscar una causa contra la que quieras luchar, y de tener poco pero lo necesario para pasar todo el tiempo que te de la gana. 
Yo lo tenía todo. Hamburguesas, donuts, croissants rellenos de chocolate, tabaco, marihuana, música y mucha televisión. Incluso tenía una manta y la mejor compañía del mundo.

¿Y mi causa? Simplemente necesitaba descansar y aclararme un poco la cabeza. Dejar de estar viviendo siempre con prisas, viviendo a contrarreloj. Mandar al carajo al estrés de Madrid, a correr a por el tren y aun así perderlo y a madrugar. ¿Y su causa? Él estrenaba libertad. Y no hay mejor libertad que la de tocarse los huevos.

Nunca he sido más feliz en un sofá. Os lo recomiendo.